En este texto se resume la inspiración, metodología y conclusiones preliminares detrás del mapa interactivo del crimen en Puerto Rico que ha sido presentado en esta página. Si aún no lo has hecho, puedes explorar el mapa a través de este enlace. Esto ha sido un esfuerzo personal cuyo fin es inspirar una conversación colectiva sobre estado de seguridad en nuestra isla, así como presentar el rol civil que emprende el análisis de datos a escala masiva en la que albergan nuestros problemas sociales y urbanos.
Por qué un mapa? - El Crimen es Regional
A principios del 2019 fue imposible sintonizar cualquier medio Puertorriqueño que no estuviera discutiendo el estado de seguridad en la isla. En aquel entonces, el ex-gobernador Ricardo Rosselló, junto a otras ramas gubernamentales, se encontraban en un debate enérgico sobre cómo atender una crisis criminal cuyas proporciones habían sobrepasado límites históricos y la cual se veía exacerbada a la luz de una ola de asesinatos sin precedentes a principios del año. Asi mismo, se discutia a que capacidad era posible reforzar un aparato policial, el cual se encontraba fiscalmente estremecido tras las múltiples repercusiones del devastador huracán Maria del 2017. Tanto era el escrutinio público sobre este tema, que aún hoy, a la luz de la controversia sobre los chats de telegram, podemos evidenciar como las estadísticas de asesinatos sirven como preocupación diaria de los más altos funcionarios de gobierno, y una rúbrica constante por la cual se mide su desempeño político.
Aunque esto no sea, para nada, una conversación nueva y a pesar de que fuera rápidamente pasada por alta a consecuencia de las múltiples fases de nuestra crisis fiscal, ciertamente dejó en mí una tremenda preocupación por el bienestar de mis amigos y mi familia que aún siguen viviendo en la isla. Como toda crisis fiscal que enajenadamente se traslada a la conciencia de la diáspora, me encontré ante un vacío informático sobre los particulares de los incidentes criminales que se discutían. En particular, se me hizo imposible encontrar información actualizada sobre cualquier incidente ocurrido después del 2016. El departamento de policía siempre ha hecho un buen trabajo de publicar las estadísticas de crimen más recientes pero la realidad es que, cuando uno las estudia con acercamiento, no encuentra en ellas nada que se distancia significativamente del patrón desmoralizador de constante aumento en actividad criminal. Fue ante esta falta de evidencia que comprendí que la raíz fundamental de esta discusión provenía de un clamor colectivo por los residentes de Puerto Rico, quienes tienen un contacto directo con el decadente estado de seguridad en sus negocios, sus hogares y en las carreteras que transcurren.
En mi búsqueda por evidencia recordé aquel tiempo en que buscaba un apartamento en Philadelphia. En una página web de la compañía de bienes raíces Trulia, encontré un ingenioso mapa que me permitía, desde Caguas, explorar un mapa manchado del crimen en la región urbana de West Philadelphia. En este mapa se coloreaba cada región en base a cuán segura había sido en el año pasado. Esta herramienta fue instrumental en mi búsqueda de un apartamento seguro en el cual vivir mis años de escuela graduada y seguramente pensé que algo similar ya se había replicado en la Puerto Rico. Al parecer, estaba equivocado. Lo más cercano que pude conseguir era un mapa publicado en la página web del departamento de policía que presentaba todos los incidentes criminales de los últimos seis años al mismo tiempo.
La constelación de puntos en la pantalla pintaba una versión horrifica y confusa del crimen actual en Puerto Rico. Una representación en la cual es casi imposible encontrar un rincón urbano que esté libre de actividad criminal. Yo se que la situacion esta dificil en la isla pero seguramente, no luce tan nefasta como se pinta en ese mapa. Si uno se pone a explorar con escrutinio, es increíblemente difícil distinguir qué tipo de actividad criminal le pertenece a la semana pasada de la cual habría ocurrido hace 5 años. Entonces, ahí me encontraba frente a la información que precisamente estaba buscando pero la cual había sido publicada en un esquema que prohíbe al ciudadano extraer alguna conclusión defendible sobre el asunto. Fue entonces que surgió la inspiración y necesidad de crear mi propio mapa, ante la realización de que el crimen, por su propia naturaleza, es incidental pero que en su experiencia vivida se propaga como un fenómeno regional.
La seguridad es una propiedad emergente de cualquier espacio urbano o localización. Es decir, no puede ser informada por cualquier otra cosa que no sea una colectividad de las acciones individuales que añaden a un sentido, o falta, de seguridad. La seguridad se aproxima a la noción de frecuencia. Tienen que ser presentada como una entidad colectiva. Aun así, la seguridad tiene sus fronteras. Lo interesante es que estas fronteras no residen en los límites amigables de zonificaciones gubernamentales, sino que son por mas que bien fronteras difusas. Esto emprende que ningún punto en el espacio puede ser catalogado como seguro sin tomar en cuenta todas las otras instancias que lo rodean. Es entonces, que me embargue en representar un mapa del crimen con esta definición de seguridad en mente. Una que traduce la naturaleza puntual de cualquier actividad criminal a un entendimiento gradual y difuso de la seguridad en el dominio espacial de nuestra isla.
metodología General
Este proceso tomó alrededor de cuatro meses desde su concepción hasta la versión que se presenta hoy dia. Esto incluye el periodo de aprendizaje en donde me entrené a trabajar con Arcgis, Javascript y Mapbox GL, tanto como el periodo que tomó sobrepasar ciertas barreras en la adquisición de la data final.
El primer paso fue la adquisición de los perímetros regiones usados en el censo del 2016 los cuales fueron descargados desde Data.gov. Esta decisión fue tomada dado a que inherentemente en ellos hay ciertas nociones de los límites urbanos entre comunidades y zonas residenciales que ya son familiares para muchos residentes.
A partir de ahí empecé a recopilar el conjuntos de datos sobre el crimen que se encuentran disponibles a través del portal de datos abierto de Puerto Rico. Al igual que el mapa del departamento de policía, esta herramienta del gobierno le permite a uno visualizar y navegar por los datos, proveyendo la opción adicional de exportar los datos en formato de Excel. Inicialmente desarrollé este mapa usando el conjuntos de datos que cubren desde el 2015 hasta el 2016, pero una vez que tenía el projecto en buen lugar, empecé a buscar los crímenes del 2017 en adelante. Fue a partir de entonces que me encontré frenado por la incapacidad de descargarlos dichos datos desde el portal. A lo largo de meses, busqué la data rigurosamente, enviando numerosos correos electrónicos al departamento de policía, pero no recibí respuesta alguna. La solución eventualmente vino de un blog dirigido por el Southern California Government GIS User Group el cual describe cómo extraer elementos de cualquier mapa alojado en ArcGIS, usando python. Viendo que el mapa original de la policía fue construido usando este mismo servicio de web, procedí a desarrollar mi producción usando ArcGIS Pro para descargar, analizar y exportar mi mapa del crimen personalizado.
Originalmente había utilizado las herramientas que tenía a mi disposición. Como arquitecto he desarrollado un conocimiento lo suficientemente robusto de Grasshopper para Rhino que me permitió crear un prototipo del mapa completo con el análisis de los crímenes ocurridos en cada bloque. Esto fue instrumental para el desarrollo del proyecto y me motivó a lo largo del camino, pero al aprender a trabajar con ArcGIS encontré que sus algoritmos eran mucho más superiores en términos de velocidad y precisión para analizar conjuntos de datos tan masivos como este.
Una vez que obtuve todos los datos filtrados y organizados por año a través de ArcGIS, utilicé la herramienta Spatial Join para contar el número de crímenes ocurridos en cada bloque. Lo más importante en este proceso fue asegurarme de que no sólo se estaba tomando en cuenta los crímenes que ocurren dentro de cada bloque, sino que también los que se ubican dentro de un radio de 0.5 millas desde el centro de cada región. Este es un método que emule del blog por Glen Robertson, quien fue uno de los creadores originales del mapa de Trulia. Glen se dio cuenta de que "Un analysis radial permite analizar los datos a través de grupos de bloques adyacentes, a diferencia de contar los puntos en cada polígono en donde solo algunos bloques individuales suelen resaltar mucho más". El proyecto de Trulia es increíblemente inteligente en el sentido de que genera imágenes de forma continua basadas en los delitos más recientes reportados a través de crimereports.com. En este momento, es imposible implementar tal solución con semejanza en Puerto Rico debido al hecho de que las estadísticas de crimen no son reportadas de una manera tan dinámica y frecuentemente como se hacen en otras jurisdicciones a lo largo del continente. Al parecer esta es la realidad política e infraestructural en la que se encuentra nuestra isla en este momento.
Sin embargo, a diferencia del mapa de Trulia, no se normaliza el rango de colores basado en el conteo mínimo y máximo de crímenes a lo largo de todos los bloques. En su lugar, decidí abordar este elemento de una manera estadísticamente robusta. El color rojo mas extremo se asocia con la segunda derivada del promedio total de los delitos ocurridos en cada bloque. Esto significa que dondequiera que aparezca rojo en el mapa, se presenta un bloque que se encuentra dentro del 2% de las regiones que obtuvieron el mayor número de crímenes cometidos en ese año. El resto de los bloques con crímenes debajo de este margen quedan distribuidos de manera lineal en la escala RGB, con el color Verde siendo representativo de 0 crímenes. Una vez establecida esa gama para todos los años, tomé la decisión personal de promediar todos los límites máximos para conseguir una distribución global que pudiera ser aplicada de forma uniforme a través de todos los años. Esto básicamente asegura una consistencia comparativa, de modo que a medida que uno explora los múltiples años incluidos en el proyecto, el significado de los colores sigue siendo el mismo. El promedio del límite máximo de los años 2012-2018 fue de 234 crímenes. Este no es un número significativo en sí mismo, sino que funge como mecanismo para distanciar mi propio juicio (junto a cualquier inclinación que pueda conllevar) del análisis estadístico en el mapa.
Con el fin de proveer a los usuarios con la mayor confianza posible en el conteo de delitos, he incluido en el mapa la ubicación exacta de cada incidente tomado en cuenta. Los incidente reportados en este conjunto de datos caen bajo el Sistema Nacional de Reportes Basados en Incidentes (NIRBS por sus siglas en Inglés). Específicamente, los que le pertenecen a los grupos A y B, que son clasificados como aquellos delitos que caen bajo la jurisdicción de un organismo encargado con el cumplimiento de ley o que dieron lugar a un arresto por la policía. El departamento de policía de Puerto Rico agrupa estos incidentes dentro de su base de datos de la siguiente manera: Categorías tipo A: 1 Homicidio/Asesinato, 2 Violación, 3 Robo, 4 Asalto, 5 Traspaso/Escalamiento, 6 Robo, 7 Vehiculo Hurtado, 8 Incendio Malicioso y 9 Otros/Tipo B. Debido a que esta última es una descripción simple y amplia de las ocurrencias, es el sistema de clasificación que se muestra en el mapa. Al explorar cada uno de los delitos, el usuario puede ver cada instancia representada por un punto con un color representativo de la categoría general a la cual pertenece.
Conclusiones y limitaciones
Como todo punto de vista sobre la delincuencia, este enfoque no carece de límites inherentes en su metodología. A lo largo del proceso de diseño se tomaron ciertas suposiciones que afectan a la forma en que uno podría leer el mapa. He reunido aquí una lista breve de las limitaciones que pudieran ser señaladas, las cuales proveen un espacio amplio para la mejora del proyecto.
Limitación: El mapa representa una visión promedia del crimen
En primer lugar, me gustaría señalar que lo que se demuestra aquí es un mapa promedio de delincuencia en Puerto Rico. Es decir, que no se le atribuye peso alguno a los diferentes tipos de delitos ni se ven incorporadas las múltiples formas en que un asesinato puede ser más impactante para la comunidad que un simple escalamiento. Para ello sería necesario asignarles valores arbitrarios a la naturaleza variada de los diferentes tipos de crímenes. Una manera de corregir esto pudiera ser la medición del impacto económico que conlleva cada delito, lo cual ha sido objeto de múltiples investigaciones. Esto nos permitirá dar peso a cada delito de acuerdo a tal escala resultando en un mapa radicalmente distinto. Sin embargo, para todos los propósitos de este proyecto se optó por la simplicidad del hecho de que lo que se presenta aquí es una representación general de actividad criminal en la isla.
Limitación: Este ejercicio no controla por población.
Si uno está familiarizado con la isla, una de las primeras cosas que notará en el mapa es que la actividad delincuente tiende a concentrarse alrededor de las áreas urbanas densamente pobladas. Este es un fenómeno frecuente en la mayoría de los estudios urbanos y que puede ser estadísticamente corregido mediante el control por población. En mi búsqueda personal de datos poblacionales para cada uno de los bloques me sorprendió encontrar que la data es bastante irregular y poco fiable. Ciertas cuadras que yo personalmente conozco que son densamente pobladas fueron clasificadas como vacías. Esto me hizo dudar de la exactitud del conjuntos de datos a mi disponibilidad. Además, se ha informado ampliamente que los puertorriqueños han evidenciado una emigración masiva a los estados unidos debido a factores económicos y ambientales como el huracán María 2017 entre otros a través de los últimos años. Esto me lleva a concluir que cualquier dato de población anterior a 2017 podría distorsionar enormemente el estado actual de la isla y que sería responsable esperar hasta el próximo censo en el 2020 para obtener cifras confiables. Debido a estos factores, tomé la decisión personal de no publicar la versión del mapa controlado por población dado a que no puedo dar testigo de su exactitud.
Limitación: Debemos reconocer la limitaciones e inclinaciones institucionales en la recopilación de datos
Sería imprudente pasar por alto el hecho de que existen predisposiciones inherentes en la creación de esta base de datos criminal. Cualquier recopilación de incidentes se verá marcada por los ideales de la Policía de Puerto Rico y los métodos y/o límites dentro de las cuales ellos operan. Esto abacora sus objetivos regionales, así como a cualquier límite dentro de los sistemas de catalogación y el personal disponible para cubrir los predios físicos de cada comunidad.
Sobre este último punto me reservo mis propias opiniones que pudiera tener sobre este asunto, pero seré tenaz a la hora de destacar las conclusiones defendibles que se pueden extraer a partir del estudio. La siguiente lista cubre las conclusiones más importantes que he recogido a lo largo del proceso.
Conclusión: Claramente hubo regiones desatendidas y subrepresentadas despues del Huracan Maria.
Podemos ver cambios drásticos después de septiembre de 2017. Sobre todo en las zonas rurales y más aisladas, donde de repente las tasas normales de delincuencia disminuyen o aumentan drásticamente. Esto es representativo de toda una serie de variables desconocidas que exponen los límites de las estadísticas y de una representación desequilibrada por parte de la policía más que cualquier otro cosa. Un ejemplo de esto se pudiera encontrar en Bayamón. En esta región densamente poblada, las estadísticas de crimen aumentan constantemente entre 2012 y 2016. Sin embargo, cuando se navega a través del 2017, la tasa de incidentes disminuye drásticamente y el hemisferio este de la ciudad resulta ser coloreado en un tono "más seguro" de amarillo-verde. Es poco probable que Bayamón se haya vuelto un lugar mucho más seguro de repente. No, lo que estamos evidenciando aquí es un hecho mucho más nefasto que trae a la luz las irregularidades en el catálogo de actividad criminal. De hecho, podría ser sugestivo que esta región estuviera excesivamente subrepresentada en términos de presencia policial durante 2017. Un caso en el que la policía brilla por su ausencia. Casos como este se pueden encontrar a través de toda la isla. Lugares donde el 2017 parece ser drásticamente más seguro que otros años pudieran en vez dar indicio de la falta de seguridad y de las condiciones inestables que los residentes vivieron durante los agotadores meses después del huracán.
Conclusión: Puerto Rico si luce más peligroso, pero no en todos lados.
Viendo el crimen de esta manera reafirma concepciones comunes de seguridad en la isla y desacredita muchas otras. Tanto como la idea de que Puerto Rico es un lugar intrínsecamente peligroso. Como muchos otros lugares, hay focos de actividad delictiva, especialmente en las zonas urbanas. Sin embargo, cuando se ve la isla en su totalidad, no se puede pasar por alto que la mayor parte de ella es considerada, bajo estos estándares, bastante segura. Algunas de las conclusiones que ofrece el mapa se derivan de la capacidad de navegar a través de distintos años, en donde uno
puede trazar la evolución orgánica de la delincuencia en diferentes regiones. Siguiente les dejo una lista de lo que encontré en ciertas áreas de interés al transcurrir los años.
El área metropolitana se volvió menos peligrosa desde el punto de vista holístico.
Caguas se volvió menos peligroso holísticamente.
El crimen del Viejo San Juan aumentó livianamente.
Carolina y Cupey se volvieron regiones mucho más peligrosas
Las ciudades no metropolitanas aumentaron su número de delitos de manera constante a lo largo de los años. Pero geográficamente el crimen se mantuvo prácticamente igual.
Me gustaría concluir diciendo que este proyecto ha sido uno increíblemente gratificante. Al mismo tiempo, creo que este en un problema que debería ser investigado y asumido por otras entidades académicas interesadas en este espacio. Si tienes algún interés en continuar este estudio, quiero saber de ti. Mi esperanza es que este proyecto desencadene una serie conversaciones sobre el estado de seguridad en nuestra isla y espero que provoque metodologías más novedosas para la visualización de grandes retos en Puerto Rico. Ciertamente, el pueblo necesita representaciones transparentes y precisas de nuestros servicios públicos. Si estás interesado en hablar, envíame un correo electrónico a través de la página de mi página de contacto en este site.
Atentamente,
Ramon